Crucify your mind, mi canción favorita de Rodríguez

 En esta última nota del año 2023 me gustaría contarles cuál es mi tema favorito de este inmenso artista que mereció estar entre los más grandes de la escena musical folk a nivel internacional: Sixto Rodríguez. Este oriundo de Detroit,y con linaje mexicano, grabó dos larga duración en los '70... y luego desapareció en las sombras por más de 30 años. Sobre su suerte se habían tejido mil y una conjeturas; quizás la más romántica fue que se había suicidado sobre el escenario.

Pero hete aquí que la tecnología, la casualidad y la tenacidad de sus fieles seguidores sudafricanos obraron el milagro de que Sixto vuelva del hueco del olvido donde estaba y se suba a los escenarios nuevamente. En 2012, y a raíz del documental Searching for Sugar Man, muchísima gente alrededor del mundo se encontró de pronto con que existía otro Dylan versión chicano, o que hubiese sido posible disfrutar de otro enorme poeta y compositor de música Folk. El destino, la mala suerte, y no haber tenido los contactos apropiados hicieron que Rodríguez desaparezca de la faz musical, casi como si nunca hubiese existido. Hubo un rescate, claro, pero tardío...

Increíble pero real: descubrí el documental (el mejor que he visto en mi vida); y a Sixto (una gema) en un vuelo desde Italia a Estados Unidos...

Del muy escaso repertorio de Rodriguez me gusta casi todo. Y aquí la crueldad de tener que elegir una sola canción de Sixto; y mi elegida es Crucify your mind, ¡una obra maestra!



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Searching for Sugar Man, la historia de un héroe que no fue; o de cómo Sixto Rodríguez mereció ser como Dylan

Se dice que en la vida, para tener éxito, se necesita combinar al menos dos componentes de tres: suerte, talento, contactos. Y lamentablemente, Sixto Rodríguez (fallecido en agosto de 2023) solo contó con el talento.

Su enorme capacidad como contador de historias, como compositor y letrista no le alcanzó para lograr la fama y notoriedad que hubiese merecido en los '70. Y fue recién en el 2000 que fue redescubierto y parcialmente reconocido. Sixto grabó dos álbums de estudio en los '70; y en 1975 colgó la guitarra y decidió caminar la vida fuera de la música (cuando ella claramente lo abandonó, o él decidió abandonarla); y de pura casualidad fue redescubierto por sus fans en Sudáfrica y otras partes del planeta poco antes del 2000. El reconocimiento llegó tarde, a los tumbos, y cuando ya Sixto era muy mayor y se había olvidado que había sido artista.

Muchos lo comparan y lo ponen a la misma altura de Bob Dylan; y es que la verdad, Sixto tenía una calidad letrística excepcional, canciones bellísimas y una voz crujiente y bien entonada.
Descubrí a este hombre extraordinario gracias al documental Searching for Sugar Man de 2012, en el que se cuentan las desventuras y peripecias de Sixto Rodríguez y la fama y reconocimiento esquivos que mereció pero nunca llegaron (o llegaron muy tibiamente, y sin destellos).

El multipremiado documental Searching for Sugar Man trató con respeto, gran investigación y edición la increíble historia de Sixto Rodríguez y el estrellato que nunca llegó y lo olvidó. El rodaje del documental corrió por cuenta del ya fallecido director sueco Mailk Bendjelloul, que con delicadeza, inteligencia y mucho respeto desasnó la trama de cómo Sixto Rodríguez fue el mayor talento ignorado de la música folk de Estados Unidos del siglo XX.
Otra joyita del documental es la banda de sonido, que como no podía ser de otra manera, son canciones de Sixto.


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