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Ay, ay, ay... Linda Ronstadt. Mi querida Linda, que ya no cantás.

Deseo comentarles que Linda ya hace unos años se retiró de los escenarios.

Anda mal de la voz, del corazón, de casi todo. La vejez la está tratando mal a mi querida y admirada Linda. Pero hoy, así y todo, me dio un alegrón, mi querida Linda Ronstadt. Es que me puse a escuchar esta maravilla de disco que grabó hace ya muchos años: Canciones de mi Padre. Que es el disco donde canta, en nítido y puro español y a la mexicana, las canciones que amaba tu padre, ese papá que tanto quiso. Amo este álbum, me parece una obra maestra. En este disco Linda quiso rendir tributo a su papá, un descendiente de mexicanos hecho y derecho; y también le rinde tributo a su segunda patria, México. Linda ama a México; es que lo lleva en la sangre. Y se nota, a que sí. Elegí el tema La Cigarra, que es increíble, está interpretado maravillosamente bien, y me hace poner la piel de gallina.


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Luces de Mi Ciudad, un tango-marcha atemporal, incombustible e inolvidable de Mariano Mores

 El tango es uno de mis géneros musicales favoritos, y también, uno de los que más disfruto.

El tango es inclasificable, muta y se dispersa en infinidad de versiones, de interpretaciones y de variantes. El tango se tuerce, se contornea, se revuelca y muta; pero no se rompe. Y ha sido en el tango que encontré un enorme refugio, un modo de expresión y de deseo. Suelo escucha tango mientras escribo, o trabajo, o me relajo. Es casi imposible enumerar a quienes admiro y me parecen dioses laicos y mitológicos rioplatenses en el universo tanguero. Lo que sí puedo asegurar, es que uno de los dioses tangueros que venero es Mariano Mores. Hoy tuve ganas de escuchar Luces de Mi Ciudad, que es un tango marcha compuesto por Mores en 1958 y con letra de Petit e Iturraspe. La verdad es que tuve ganas de postear la versión completa del tango; pero me pareció muchísimo más oportuno subir el vídeo/homenaje que el nieto del gran Mariano, el compositor, músico y director de orquesta mexicano Gabriel Mores, grabó hace unos años con la versión corta del tema (que es la que se escuchaba en Feliz Domingo).


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Libertango, una obra maestra incombustible y perdurable

Libertango es una obra maestra, ¿quién lo duda...?

Libertando se grabó por primera vez en Italia en 1974. El maestro Piazzolla esta allí un poco para alejarse de las críticas de los puristas tangueros que, cuándo no, decían que el tango debía mantener sus estado "puro".
Piazzolla tenía un rígida formación en música clásica y se estaba animando a la fusión del tango con jazz, bossa nova, grandes orquestaciones sinfónicas, pop, rock, el uso de sintetizadores ... un investigador, digamos.El tema años mas tarde tiene un agregado de letra por el poeta Horacio Ferrer.
Y todo lo demás son covers, versiones y homenajes. Y de allí a la eternidad.
Dicen que hay mas de mil versiones de Libertango dando vueltas.
Pero en honor a su creador, les dejo el video de la versión original interpretada en 1977 y con la participación del genial Astor y sus músicos.


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Canto de Ossanha, mi canción preferida de Vinicius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho en La Fusa

Resulta que el 24 de enero de 2024 uno de mis canales de Youtube cumplió 5 años. Y para festejarlo, pues escribí en la sección "Comunidad" un texto alusivo al festejo.

En es escrito le contaba a quienes leyesen el posteo que luego de 5 años poseo solamente 500 suscriptores; y a contracorriente del algoritmo que me ignora (y también yo lo ignoro) soy como la nada; una nada que piensa, resuelve y genera sin esperar que otros se den cuenta que lo que hago lo hago por mí, a mi gusto, a mi tiempo.

También dije que voy, siempre, más allá de la creación, más allá de la conciencia y de el armado conceptual de un tópico determinado. Como bien dice mi mejor amiga: "vos sos el dínamo; y a partir de allí, todo fluye". ¿Qué suena egoísta...? Puede ser: lo que escribo, grabo, digo y dibujo lo hago por mí y me tiene que gustar y convencer a mí; y si luego ello gusta a otras personas, pues tanto mejor. Para festejar los 5 años y los 500 suscriptores de mi canal, entonces, posteé unas pocas palabras y que estaban referidas a cómo nació mi relación con la música. Que es la historia de una nena (en los '70) a la que no le interesaba que la sigan; que no me interesaba deslumbrar, polemizar ni destacar.
Pero mejor, voy a la historia. El primer disco que tuve en mi vida (tendría unos 6 o 7) me lo regaló mi abuelita. ¿Y qué creen que me regaló? Pues Vinicius, Maria Creuza y Toquinho en La Fusa. Mis padres, horrorizados, creyeron que no era música apropiada para una nena y que yo necesitaba algo mas "light" e infantil. Pues no: mi abuelita insistió que era música para educar, porque mi abuelita pensaba que la música y los libros eran artículos de primera necesidad (justo ella lo decía, que no había terminado la escuela primaria pero poseía una enorme cultura a base de lectura). Ese disco (y otros discos...) marcó mi destino. A Vinicius le siguieron Maria Callas, Frank Sinatra, Nino Bravo, Mozart, Los Jaivas, Ramona Galarza, El Trío Los Panchos... Y todo ello antes de mi adolescencia. Y qué decir de los libros: gracias a mis padres y abuelita, que alimentaban mis neuronas de voracidad incontrolable, antes de la adolescencia mis lecturas ya habían dado cuenta de Thomas Mann, Hermann Hesse, Borges, Bioy Casares, Emile Zola, Hemingway, Joseph Conrad... Todo influye para la construcción como ser y como comunicador. Y mis influencias son tatuajes imborrables y arterias vivas que se notan y sumergen una y otra vez en el pastizal de lo que hoy es la Comunicación de Masas. Voy a dónde casi nadie va, hago lo que no interesa ni repercute; escribo sobre cuestiones que no son populares. Pero no me importa: me gusta lo que hago, y eso es suficiente. Vengo del tocadiscos y de la máquina de escribir. Y hoy estoy aquí, con blogs, libros, y Youtube. Mañana no sé, ¿quién sabe? Me ronda por la cabeza de volver a la máquina de escribir; y también me ronda la cabeza perderme entre renglones y tiza y transformar esa energía inclaudicable con la que nací en un collage metafísico y transformador. Les confieso: del festejo no se enteró nadie, pues nadie me felicitó, nadie me saludó; nadie hizo el menor esfuerzo para comunicarse conmigo y decirme: che, Gabriela, te felicito, en verdad. Y entonces hice un festejo íntimo en el que me felicité a mi misma. Y qué mejor que poner una y otra vez mi canción preferida de Vinicius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho, llamada Canto de Ossanha, la misma que tocaron en La Fusa y quedó inmortalizada en ese disco.


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Un Día, mi canción preferida de Juana Molina

 Quién me conoce sabe que alguna vez tuve la fantasía de ser músico.

Soñé con ello; quise vivir, respirar y tragar música y que sea mi forma de vida. Pero ese sueño terminó cuando me di cuenta que no deseaba repetirme, no deseaba tocar siempre lo mismo ni ser parte de prácticas y ensayos interminables y aburridos. Los años pasaron; y otras cosas también pasaron. Muchas veces me han preguntado qué tipo de músico me hubiese gustado ser; y no podía responder porque no encontraba un espejo en el que me pudiese mirar. Y ese espejo lo encontré hace unos años, y de la forma más inesperada: Juana Molina. Me hubiese encantado ser cómo Juana Molina. Ella crea su dinámica y espacio musical por fuera de lo comercial, generar sus propias texturas, distorsiones y densidades rítmicas; construye su carrera artística a partir de su enorme capacidad de composición, amalgama y soltura creativa; y delinea y modela notas y contrapuntos únicos que a veces no hacen caer en trance; cual mantra regalo del universo. Juana Molina es músico para músicos; ella es magma volcánica y maná divino; es cultura y es inspiración. Muchísimas gracias, Juana. Me hubiese encantado ser como vos; y hacer lo que vos hacés. Y ya que hablé de espejos: Un Día es uno de esos temas de Juana Molina que me conmueven (y el que me conoce, sabe por qué).


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Vuela alto, Zurdo Roizner. Vuela...

 El domingo 14 de enero de 2024, falleció Eduardo 'el zurdo' Roizner a los 84 años.

Quizás a algunos el nombre no les diga nada, y es entendible. Fue un músico de bajo perfil, muy discreto; un profesional de una versatilidad increíble. Sus comienzos no habían sido con la batería sino en el violín; también sabía tocar el piano, la guitarra y varios instrumentos de viento. El zurdo Roizner fue baterista de Frank Sinatra, de Vinicius de Morais, de Astor Piazzola, de Mercedes Sosa, del 'Gato"Barbieri; ¡baterista de Les Luthiers! En su cartera de performances se incluye, además, haber tocado repertorio clásico, tango, rock, pop, folklore, bossa nova, jazz... y lo que se les ocurra. En sus últimos años, integró la banda de Kevin Johansen, ese muchacho de Alaska con acento argentino.
Aquí les dejo un registro memorable: Kevin Johansen, Lito Vitale y el Zurdo Roizner interpretando 'Vecino'.


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Por qué me encanta Jonny Greenwood...

Los que me conocen desde hace muchos años saben de mi admiración por la maravillosa capacidad compositiva, interpretativa y de producción musical de Jonny Greenwood.

Greenwood es un músico y compositor minimalista, expansivo y delicado. En un mundo en el que todo está saturado y apilado con redundancias, ruido, confusión, y millones de clicks y multiciclos, Greenwood es un hombre del "menos es mas". Sus notas y sonidos son pausados, largos, profundos; su música llena vacíos que el mismo crea y succiona el espacio limpio sin redundar ni martillar. Greenwood es de la vieja escuela de cuándo la música implicaba creación, belleza, cristal, vida, sencillez, sentimiento, calma, atemporalidad y sutileza. Pocos creadores musicales pueden componer obras de arte incombustibles, simples, diáfanas y claras como lo hace él. Y Greenwood recién empieza de aflorar... ¡de no creer! Lo sigo desde su tierna época de Radiohead, que en mi opinión, es un dato menor en su curriculum. ¡Qué más quisiera yo tener el 1% de su talento musical!

Entre lo último producido por Jonny, me gustaria compartir esta maravilla de banda sonora, que corresponde a la película 'Spencer'.


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Crucify your mind, mi canción favorita de Rodríguez

 En esta última nota del año 2023 me gustaría contarles cuál es mi tema favorito de este inmenso artista que mereció estar entre los más grandes de la escena musical folk a nivel internacional: Sixto Rodríguez. Este oriundo de Detroit,y con linaje mexicano, grabó dos larga duración en los '70... y luego desapareció en las sombras por más de 30 años. Sobre su suerte se habían tejido mil y una conjeturas; quizás la más romántica fue que se había suicidado sobre el escenario.

Pero hete aquí que la tecnología, la casualidad y la tenacidad de sus fieles seguidores sudafricanos obraron el milagro de que Sixto vuelva del hueco del olvido donde estaba y se suba a los escenarios nuevamente. En 2012, y a raíz del documental Searching for Sugar Man, muchísima gente alrededor del mundo se encontró de pronto con que existía otro Dylan versión chicano, o que hubiese sido posible disfrutar de otro enorme poeta y compositor de música Folk. El destino, la mala suerte, y no haber tenido los contactos apropiados hicieron que Rodríguez desaparezca de la faz musical, casi como si nunca hubiese existido. Hubo un rescate, claro, pero tardío...

Increíble pero real: descubrí el documental (el mejor que he visto en mi vida); y a Sixto (una gema) en un vuelo desde Italia a Estados Unidos...

Del muy escaso repertorio de Rodriguez me gusta casi todo. Y aquí la crueldad de tener que elegir una sola canción de Sixto; y mi elegida es Crucify your mind, ¡una obra maestra!



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Searching for Sugar Man, la historia de un héroe que no fue; o de cómo Sixto Rodríguez mereció ser como Dylan

Se dice que en la vida, para tener éxito, se necesita combinar al menos dos componentes de tres: suerte, talento, contactos. Y lamentablemente, Sixto Rodríguez (fallecido en agosto de 2023) solo contó con el talento.

Su enorme capacidad como contador de historias, como compositor y letrista no le alcanzó para lograr la fama y notoriedad que hubiese merecido en los '70. Y fue recién en el 2000 que fue redescubierto y parcialmente reconocido. Sixto grabó dos álbums de estudio en los '70; y en 1975 colgó la guitarra y decidió caminar la vida fuera de la música (cuando ella claramente lo abandonó, o él decidió abandonarla); y de pura casualidad fue redescubierto por sus fans en Sudáfrica y otras partes del planeta poco antes del 2000. El reconocimiento llegó tarde, a los tumbos, y cuando ya Sixto era muy mayor y se había olvidado que había sido artista.

Muchos lo comparan y lo ponen a la misma altura de Bob Dylan; y es que la verdad, Sixto tenía una calidad letrística excepcional, canciones bellísimas y una voz crujiente y bien entonada.
Descubrí a este hombre extraordinario gracias al documental Searching for Sugar Man de 2012, en el que se cuentan las desventuras y peripecias de Sixto Rodríguez y la fama y reconocimiento esquivos que mereció pero nunca llegaron (o llegaron muy tibiamente, y sin destellos).

El multipremiado documental Searching for Sugar Man trató con respeto, gran investigación y edición la increíble historia de Sixto Rodríguez y el estrellato que nunca llegó y lo olvidó. El rodaje del documental corrió por cuenta del ya fallecido director sueco Mailk Bendjelloul, que con delicadeza, inteligencia y mucho respeto desasnó la trama de cómo Sixto Rodríguez fue el mayor talento ignorado de la música folk de Estados Unidos del siglo XX.
Otra joyita del documental es la banda de sonido, que como no podía ser de otra manera, son canciones de Sixto.


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Lili Marlen, la canción que atravesó la Segunda Guerra Mundial

 Las remembranzas algunas veces son tan caprichosas...

Como cuando una canción se nos pega por el resto de la vida, esa misma canción que aprendimos a tararear ni bien pudimos.
Cuando era pequeña, digamos 4 o 5 años, recuerdo que mi papá solía cantar una canción en una lengua extraña.
Aún creo que yo no distinguía que existían otros idiomas además del italiano pero igual trataba de acompañar la letra y los sonidos. El alemán no ha sido jamás un idioma en el que tenga facilidad, por otro lado.
Y esa canción, Lili Marlen, mi padre, y también a veces mi mamá, solían cantarla. A ambos les encantaba cantar, las reuniones familiares siempre las recuerdo por sus canciones luego de la comida.

Mi papá había peleado en la Segunda Guerra y por lo tanto aprendió a enamorarse y a tener esperanzas con Lili Marlene.
Esta canción tiene una historia para contar. Quizás la historia no sea muy entretenida, pero ayuda a poner en contexto el tema.
El poema en que se basa la canción se escribió en 1915. Ya vieron que muchísimas canciones surgen como poemas 'cantados'. En 1937 el autor del poema, Hans Leip, extiende el original de 3 a 5 versos y el músico Norbert Shultze compone la melodía. Y acá nace la canción 'Lili Marlen'.
La canción tuvo infinitos cambios de nombre, versiones, traducciones, centenares de libros, documentales y ensayos en los que no deseo extenderme. Solo decir que la primer versión de la canción se grabó en 1939 y la voz fue Lale Andersen. Se supone que la canción debía apuntalar la propaganda nazi. Por el contrario lo que este fenomenal suceso musical logró es infundir a los soldados de todas las armas esperanza y alivio y alejarlos de la angustia, el dolor, la soledad y el desamparo mientras la silvaban o cantaban.
La canción rápidamente rompió fronteras y empezó a ser cantada por nazis, rusos, ingleses, americanos y todos aquellos que entraron en contacto con ella.
Lili Marlene es uno de esos extraños fenómenos en los que las barreras culturales, ideológicas y políticas no pueden contener una obra de arte.

Demás está decir que la canción tuvo tropicientas versiones en decenas de idiomas. Pero solo incluiré dos versiones: la de la propia Lale Andersen y la de Marlene Dietrich.


Imagen de escultura de Lili Marlen bajo licencia de Wikimedia Commons















Las mil y un versiones de Smile, de Charles Chaplin

 No soy mucho de conciertos ni shows, menos los que son virtuales.

Pero durante 2020 y en plena pandemia, mirando en casa el One World Together at Home escuché y vi la versión de Smile de Lady Gaga. Y no pude evitar ponerme de pie y aplaudir. Lady Gaga es tan, tan talentosa que eclipsa todo lo que se le pone cerca. Luego, claro, están los gustos de cada cual, por supuesto.

La música de Smile se remonta a Charles Chaplin, su compositor. Esta melodía formó parte de la banda musical de Tiempos Modernos en 1936. Mr.Chaplin era un músico y compositor maravilloso, además de extraordinario actor, productor, director, escenógrafo, bailarín, editor, libretista, coreógrafo y empresario.

En 1954 a la melodía de Chaplin se le agregó letra.
Y de allí al éxito universal. Una de las canciones mas versionadas de la historia, no importa el idioma o la cultura.
La canción ha aparecido también en numerosas bandas sonoras de filmes y comerciales.

La canción fue versionada hasta casi el infinito, como ser Judy Garland ( la enorme ); la cantada por Lady Gaga; por supuesto la de Nat King Cole - que en 1954 tuvo el honor de grabar la primer versión cantada del tema - y Jimmy Durante; también la cantaron Tony Bennett, Michael Jackson, Josh Groban, Michael Buble, Babra Streisand y Elvis Costello; entre otros.

Mi versión preferida de Smile es la cantada por Judy Garland:


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Spalle al Muro por Renato Zero: la excepcional performance del artista italiano en el Festival de San Remo en 1991

 Hace ya muchos años, más concretamente 1991, fui al Festival de San Remo. Y allí vi por primera vez a este extraordinario artista que desde entonces es uno de mis referentes musicales: ya lo adivinaron, estoy hablando de Renato Zero.

Aquel día recuerdo que el sonido era horrible, que el escenario era brumoso y lejano, que una marea de gente había acudido para encontrarse con su ídolo (Zero) que volvía a los escenarios camuflado de villano, de héroe, de inmortal y de guerrero incansable. Y entre tanta muestra de amor, respeto y devoción por este artista que se recrea y realimenta hasta el infinito... sucumbí. Me encontré de pronto bajo su aura protectora y a partir de allí empecé a entender y concebir la música como arte expansivo, deconstructivo e íntimamente ligado al amor. Gracias, Renato, qué enorme sos. El tema que escucharán es el que yo apenas escuché aquel día: Spalle al Muro (el tema es de Mariella Nava). Y no ganó el Festival de San Remo por intereses mezquinos y un intento de que alguien con mejor 'imagen' fuese la cara del Festival... Pero todo el mundo recuerda a Renato Zero en aquel día y no al ganador; todo el mundo aún está maravillado por esta magnífica interpretación (y no la del ganador); y en la memoria colectiva ha quedado que esta interpretación es la más descollante, sensible y carismática de toda la historia del festival. Acá me tenés, Renato Zero, rendida a tus pies...


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Que no se note que me gustan los canon

 El canon es una forma compositiva de música clásica que me encanta. Aquí pongo ejemplos de mis preferidos: Pachelbel, Rachmaninoff, Mozart y Bach.













Jaques Morelenbaum interpretando 'Outra vez' de Tom Jobim

Allá por donde se cae la estructura de las clasificaciones y las definiciones; donde se dispersan los estilos y los ritmos; donde se funden y refunden, se expanden y achican diferencias y donde la luz predomina por entre escuelas, formas y maneras de ver el pentagrama.... por allá está Jaques Morelenbaum: samba, jazz, clásica, bossa nova, folklore de la América morena, swing, pop. Todo con igual calidad estratosféricamente maravillosa en su cello que habla, grita, ríe y llora con igual elegancia y carisma. Un elegido para deconstruir los compases, volver a juntar las notas y fundirlas en un lenguaje universal.


Estatua de Tom Jobim, foto de Wikimedia Commons bajo licencia de Creative Commons.




Also sprach Zarathustra op. 30 - Richard Strauss

 Creo que esta pieza fabulosa no necesita presentación. Una gloria. El que no la conocía enmendará un faltante, y el que la conocé también recordará la banda sonora de 2001 A Space Odyssey.



Foto de Richard Strauss, imagen de Picryl bajo licencia de Creative Commons.

Y video con dirección orquestal del inmenso Gustavo Dudamel.



Girl you´ll be a woman soon: mi canción preferida de Neil Diamond

Neil Diamond es uno de los artistas mas versionados que existen. Bandas y solistas disimiles de la talla de Deep Purple, Elvis Presley, Barbra Streisand, The Monkeys, Johnny Cash, Frank Sinatra, Marley o UB 40 y tantos mas no dudaron en cantar con honor y guapeza alguna de las canciones del fantástico diamante de Brooklyn. También se animaron algunas bandas pequeñas, como la muy poco conocida Urge Overkill, que versionó pobremente para Tarantino el tema " Girl you´ll be a woman soon " para la banda sonora de Pulp Fiction. Lo que nunca entendí es por qué Tarantino prefirió esa versión teniendo a mano la de Diamond, infinitamente superior.



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Kurosawa y sus Siete Samurai (1954); y Sturges y The Magnificent Seven (1960) - No hablaré de la otra remake de 2016-

 Kurosawa entró en la historia del cine occidental con esta obra maestra protagonizada por el enorme Toshiro Mifume. Los 7 Samurai está considerada unánimemente una de las 10 mejores películas de la historia.

Kurosawa fue motivo, inspiración, alma y cuerpo de muchos grandes directores europeos y de USA que no tienen y no han tenido empacho para declararlo maestro a la distancia, motivo de análisis, desglose conceptual o adoración desmesurada.
Los 7 Samurai no es su obra cumbre ( es mi opinión, aclaro ) a pesar de tanto premio y tanto prestigio ganado, pero es la mas popular y conocida en esta parte del planeta.
La historia de cómo Los 7 Samurai son reclutados para defender a un pueblo de campesinos está perfectamente contada, con unos planos, secuencias, una artística y una reproducción histórica deslumbrantes. El film se lleva solo, se invoca y concentra en la retina. Es difícil olvidar tan solo uno de los fotogramas.

Y como corresponde, Los 7 Samurai tuvo dos remake western en USA que se llamaron The Magnificent Seven ( una filmada en1960 y la otra en 2016). De la de 2016 no hablaré. 
Sobre la de 1960, tuvo un reparto lleno de grandes estrellas de Hollywood: Yul Brynner, Charles Bronson, Steve Mc Queen, James Coburn entre otros.... pobremente dirigidos por John Sturges - quién no supo sacarle el jugo a tan magnífico elenco - y con una banda sonora inmortal bellamente escrita, dirigida e interpretada por el glorioso Elmer Bernstein.
La música, en este caso de la remake yanki, es lo mejor de la película.




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Peaches in Regalia: mi canción preferida de Frank Zappa

Me es imposible resumir en un par de oraciones al torbellino de Frank Zappa y sobre qué significó, quién es y quién fue, qué influencias marcó, que suscitó, toda la movida que generó y toda la inundación compositiva que desparramó este hombre mágico en el panorama de la música del siglo XX.
Zappa fue un hombre inquieto, curioso, vehemente de palabras y actos. Lapidario con las etiquetas y encasillamientos musicales, exigente y riguroso con sus propios músicos hasta la exasperación, un conocedor profundo del pentagrama y sus infinitas posibilidades; un artista completo y genial como pocas veces se ha visto ene ste planeta: compositor de fabulosas obras sinfónicas y corales de cámara, multi instrumentista, editor, diseñador gráfico, productor de sonido, director y guionista de cine y vídeos; escritor, filósofo, músico de rock, electrónica, trovador. Zappa fue un inclasificable, un visionario, un marcador de tendencias que con su talento sigue desparramando felicidad por el mundo. Porque a mí me hace feliz si escucho algo de Zappa.

Imposible dar cuenta de sus creaciones gráficas, discos, performances, conciertos, charlas, seminarios, obra escrita, composiciones, films. Es imposible controlar el magma Zappa  y sacar de la galera un solo tema. Pero igual, si he de elegir, me quedo con el tema Peaches in Regalia. 


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Y acá les dejo música:




Non, Je ne regrette rien: mi canción preferida de Edith Piaf



Hay parejas compositivas que son inmortales. Tal es caso de Lennon- Mc Cartney; Hammond- Hazlewood, Charles Dumont-Michel Vaucaire: tres parejas compositivas extraordinarias e inmortales que perdurarán por los siglos de los milenios.

Si a una pareja compositiva adicionamos una intérprete magistral nos queda.... una maravilla unánime, fabulosa y exquisita. Edith Piaf sacó fuerzas de donde no tenía para interpretar este agónico " Non, je ne regrette rien" que es un poco una síntesis de su inmenso legado artístico. La canción (música de Dumont, letra de Vaucaire) le llegó tarde, en un 1960 que ya la encontró sin fuerzas, enferma, desgastada y con la gloria que se le escapaba entre los dedos pero que llegó póstumamente, como pasa casi siempre. Creo que Edith no lamentaba ser lo que fue. En todo caso tuvo fuerzas de decirlo ante un público que azorado y entristecido sabía que la artista estaba despidiéndose.


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Y ahora pondré dos videos: en el primero la Piaf; en el segundo, también la voz de la Pif, pero personificada en la película que le rinde tributo.