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Cine y Espacio Cultural Jean Cocteau, Santa Fe, New Mexico

 Deseo mostrarles un cine de los de antes, con pantalla de las de antes, y sonido del de antes.

Un cine que se llama Jean Cocteau. Cuya ubicación es especial, su dueño es especial y a la vez el cine es mas que un teatro, una biblioteca, un bar, una cafetería, un espacio cultural, una galería de arte, un punto de encuentro de la movida social y cultural de la capital del estado de New Mexico, Santa Fe. El Jean Cocteau una estrella por sí mismo, y verán por qué. 

En el Jean Cocteau se puede disfrutar de unos tragos o un café mirando cuadros de artistas locales y estar ojeando libros autografiados por el escritor y dueño del cine y Alma Mater de Game of Thrones, George R.R. Martin; y por supuesto se puede ver películas clásicas, independientes o extrañas en pantalla de tela muy sencilla y con sonido de los equipo acústicos muy rudimentarios usados en los '70; o pueden participar en una conferencia de autores, escritores o artistas de renombre internacional y poder compartir charlas y debates, seminarios o una fiesta con amigos; o concurrir a los espectáculos de magia, vodevil, stand up; o presenciar disertaciones o coloquios en los que el propio George R. R. Martin está presente. Es común en el pueblo verlo a Mr. Martin vagabundenado por ahí.
Este presente del Jean Cocteau ha tenido un pasado azaroso, sin embargo.

El cine nació con el nombre The Collective Fantasy en 1976 bajo el ala protectora de 4 soñadores enrolados en el hippismo: Lynn Cohen, Mary Hether, Anne Lewis y Richard Szanyi. La programación era risueña y muy amateur. En 1983 el cine cambia de nombre y dueño. El Jean Cocteau prende sus luces al amparo de Brent Kliewer quién luego vendió a la empresa Trans-Lux que lo regenteó hasta su cierre en 2006. Y gracias a George R. R. Martin es que el cine vuelve a abrir sus puertas en 2013.
Martin decidió conservar el mismo nombre 'Jean Cocteau' para esta nueva etapa del complejo cultural cuyo edificio fue remodelado y embellecido y otorgándole a la sala una nueva programación, nuevo espíritu y misión. Martin le ha infundido al Jean Cocteau un nuevo empujón por la divulgación del cine independiente, clásicos y rarezas; y los espectáculos en vivo, conferencias y multiespacio para eventos.







Hurricane, la canción de Bob Dylan con múltiples versiones judicializadas

No soy Dylanista, tampoco amante de las canciones protestonas.

Pero algunas canciones de Bob Dylan me gustan, y algunas canciones de protesta también.

La historia de esta canción, llamada Hurricane, es bastante conocida.
Cuenta la historia de un boxeador, Rubin "Hurricane" Carter, que es acusado y encarcelado en 1966 muy probablemente de manera injusta por un crimen, que se cree, no cometió.
Dylan fue valiente e insistente en sostener la inocencia de Hurricane, hasta llegó a visitarlo en 1975 en la prisión en la que Carter estuvo convicto 22 años.
Dylan escribió, junto a su amigo el compositor Jacques Levy, esta canción que ha tenido unas 5 versiones del propio Dylan con diferentes letras. La letra fue cambiando por motivos legales: algunos de los testigos del crimen por el que fue acusado Carter amenazaron con calumnias a Dylan y Levy, forzándolos a reescribir la letra. Como los testigos no quedaron conformes, y debido a otras presiones ejercidas por la compañía grabadora y de otras entidades, Dylan y Levy reescribieron una y otra vez la letra hasta que casi todos quedaron conformes. Menos Dylan.

Les dejo la versión original para que la escuchen.






Canto de Ossanha, mi canción preferida de Vinicius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho en La Fusa

Resulta que el 24 de enero de 2024 uno de mis canales de Youtube cumplió 5 años. Y para festejarlo, pues escribí en la sección "Comunidad" un texto alusivo al festejo.

En es escrito le contaba a quienes leyesen el posteo que luego de 5 años poseo solamente 500 suscriptores; y a contracorriente del algoritmo que me ignora (y también yo lo ignoro) soy como la nada; una nada que piensa, resuelve y genera sin esperar que otros se den cuenta que lo que hago lo hago por mí, a mi gusto, a mi tiempo.

También dije que voy, siempre, más allá de la creación, más allá de la conciencia y de el armado conceptual de un tópico determinado. Como bien dice mi mejor amiga: "vos sos el dínamo; y a partir de allí, todo fluye". ¿Qué suena egoísta...? Puede ser: lo que escribo, grabo, digo y dibujo lo hago por mí y me tiene que gustar y convencer a mí; y si luego ello gusta a otras personas, pues tanto mejor. Para festejar los 5 años y los 500 suscriptores de mi canal, entonces, posteé unas pocas palabras y que estaban referidas a cómo nació mi relación con la música. Que es la historia de una nena (en los '70) a la que no le interesaba que la sigan; que no me interesaba deslumbrar, polemizar ni destacar.
Pero mejor, voy a la historia. El primer disco que tuve en mi vida (tendría unos 6 o 7) me lo regaló mi abuelita. ¿Y qué creen que me regaló? Pues Vinicius, Maria Creuza y Toquinho en La Fusa. Mis padres, horrorizados, creyeron que no era música apropiada para una nena y que yo necesitaba algo mas "light" e infantil. Pues no: mi abuelita insistió que era música para educar, porque mi abuelita pensaba que la música y los libros eran artículos de primera necesidad (justo ella lo decía, que no había terminado la escuela primaria pero poseía una enorme cultura a base de lectura). Ese disco (y otros discos...) marcó mi destino. A Vinicius le siguieron Maria Callas, Frank Sinatra, Nino Bravo, Mozart, Los Jaivas, Ramona Galarza, El Trío Los Panchos... Y todo ello antes de mi adolescencia. Y qué decir de los libros: gracias a mis padres y abuelita, que alimentaban mis neuronas de voracidad incontrolable, antes de la adolescencia mis lecturas ya habían dado cuenta de Thomas Mann, Hermann Hesse, Borges, Bioy Casares, Emile Zola, Hemingway, Joseph Conrad... Todo influye para la construcción como ser y como comunicador. Y mis influencias son tatuajes imborrables y arterias vivas que se notan y sumergen una y otra vez en el pastizal de lo que hoy es la Comunicación de Masas. Voy a dónde casi nadie va, hago lo que no interesa ni repercute; escribo sobre cuestiones que no son populares. Pero no me importa: me gusta lo que hago, y eso es suficiente. Vengo del tocadiscos y de la máquina de escribir. Y hoy estoy aquí, con blogs, libros, y Youtube. Mañana no sé, ¿quién sabe? Me ronda por la cabeza de volver a la máquina de escribir; y también me ronda la cabeza perderme entre renglones y tiza y transformar esa energía inclaudicable con la que nací en un collage metafísico y transformador. Les confieso: del festejo no se enteró nadie, pues nadie me felicitó, nadie me saludó; nadie hizo el menor esfuerzo para comunicarse conmigo y decirme: che, Gabriela, te felicito, en verdad. Y entonces hice un festejo íntimo en el que me felicité a mi misma. Y qué mejor que poner una y otra vez mi canción preferida de Vinicius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho, llamada Canto de Ossanha, la misma que tocaron en La Fusa y quedó inmortalizada en ese disco.


Imagen bajo licencia de Picryl.





Searching for Sugar Man, la historia de un héroe que no fue; o de cómo Sixto Rodríguez mereció ser como Dylan

Se dice que en la vida, para tener éxito, se necesita combinar al menos dos componentes de tres: suerte, talento, contactos. Y lamentablemente, Sixto Rodríguez (fallecido en agosto de 2023) solo contó con el talento.

Su enorme capacidad como contador de historias, como compositor y letrista no le alcanzó para lograr la fama y notoriedad que hubiese merecido en los '70. Y fue recién en el 2000 que fue redescubierto y parcialmente reconocido. Sixto grabó dos álbums de estudio en los '70; y en 1975 colgó la guitarra y decidió caminar la vida fuera de la música (cuando ella claramente lo abandonó, o él decidió abandonarla); y de pura casualidad fue redescubierto por sus fans en Sudáfrica y otras partes del planeta poco antes del 2000. El reconocimiento llegó tarde, a los tumbos, y cuando ya Sixto era muy mayor y se había olvidado que había sido artista.

Muchos lo comparan y lo ponen a la misma altura de Bob Dylan; y es que la verdad, Sixto tenía una calidad letrística excepcional, canciones bellísimas y una voz crujiente y bien entonada.
Descubrí a este hombre extraordinario gracias al documental Searching for Sugar Man de 2012, en el que se cuentan las desventuras y peripecias de Sixto Rodríguez y la fama y reconocimiento esquivos que mereció pero nunca llegaron (o llegaron muy tibiamente, y sin destellos).

El multipremiado documental Searching for Sugar Man trató con respeto, gran investigación y edición la increíble historia de Sixto Rodríguez y el estrellato que nunca llegó y lo olvidó. El rodaje del documental corrió por cuenta del ya fallecido director sueco Mailk Bendjelloul, que con delicadeza, inteligencia y mucho respeto desasnó la trama de cómo Sixto Rodríguez fue el mayor talento ignorado de la música folk de Estados Unidos del siglo XX.
Otra joyita del documental es la banda de sonido, que como no podía ser de otra manera, son canciones de Sixto.


Imagen bajo licencia de Flickr







Dr. Strangelove or How I Learn Stop Worrying about The Bomb (1964)

Stanley Kubrick fue el mas británico de los directores de cine de USA; su contrapartida es Guy Ritchie, el mas yanki de todos los directores británicos.

Kubrick vivió toda su vida adulta en Inglaterra. Allí escribió, pensó la dirección, programó, editó, cuidó la fotografía y la iluminación de sus films, muchos de ellos Patrimonio Cultural de la Humanidad - es una afirmación pura y exclusivamente personal -.

Se cuentan muchas cosas de Kubrick., muchas de ellas muy buenas; otras, no tanto.

En un libro que leí sobre Kubrick, y cuyo autor pudo acceder al mítico castillo-bunker del director en Childwickbury Manor (Inglaterra),  se cuenta que todas las áreas comunes de la casa estaban cubiertas con bocetos, cortes de cintas, guiones, anotaciones sobre la luz, sonido, efectos; textos alternativos, notas de dirección y producción, esquemas de escenas, ediciones alternativas y posición de cámaras. Es como si la residencia en su totalidad se hubiese transformado en un Estudio Cinematográfico. Kubrick y su paciente y abnegada esposa salían del castillo para filmar, y una vez finalizada la filmación... a encerrarse de nuevo hasta el próximo film.

Pues la semana pasada disfrutamos otra vez de esta deliciosa y poco inocente película satírica filmada en 1964: Dr. Strangelove. Cuyo título completo es Dr. Strangelove or How I Learn Stop Worrying about The Bomb.
Esta película la descubrí hace unos 7 u 8 años, y desde ese entonces, la miro cada vez que puedo.

De entrada: no parece una de Kubrick.
Porque cuando uno nombra a Kubrick, ¿qué viene a la cabeza? 2001, Full Metal Jacket, Clockwork Orange, Barry Lyndon, The Shinning...

Dr. Strangelove fue el primer largometraje de Kubrick en el que él asume la función de director, guionista, productor y editor. Las mismas funciones que haría en el resto de sus filmes de allí en mas.

La trama de esta delicia fílmica, muy extremadamente cómica y singular es muy risible y bastante disparatada: empieza la guerra nuclear entre USA y la ex URSS por culpa de un general yanki subido a sus humos y egos... que por supuesto no tomará responsabilidad en el desastre; y al final la responsabilidad de la catástrofe es asumida por un oficial de la RAF llamado (o apodado) Mandrake. Por otro lado está el pobre y resignado presidente de USA tratando de contener, inútilmente, la hecatombe; un comandante (de nombre King Kong) de un temible avión B52, cowboy él, y sin demasiadas luces que confunde instrumental, procedimientos y manuales mientras divaga por los cielos con la mentada bomba ; y para terminar, y por supuesto, el científico amoral y patético muy, muy nazi enamorado de su aterradora creación de destrucción masiva: el maléfico Dr. Strangelove.

El elenco es de primer nivel, como cabría de esperar. Y con un Peter Sellers admirable en tres papeles, el Dr. Strangelove, el presidente de USA y el cumplidor oficial de la RAF Mr. Mandrake.
Y claro: también hay un comandante Jack D. Ripper, el ya nombrado capitán de bombardero con el sugestivo nombre King Kong y otro oficial con el maravilloso nombre Bat Guano.


Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons




Al final se hizo justicia: el biógrafo de Kurt Cobain reconoció el robo de una canción al grupo argentino Los Brujos

 Al final se hizo justicia.

Aunque en mi opinión, cuando la justicia llega luego de 3 décadas no es justicia. Los pongo en contexto: Nirvana tocó en Argentina en 1992, y los teloneros fueron Los Brujos, una banda de rock argentina que tocó, entre otras canciones, su super hit 'Kanishka'. Cobain, ni lerdo ni perezoso, tomó nota de la canción; la robó, maquilló y grabó como propia con el nombre 'Very Ape' en el album de Nirvana 'In Utero' que salió en 1993. Cobain, en vida, nunca admitió el robo; siempre insistió que la canción era de él. Treinta años después el biógrafo de Cobain, Michael Azerrad, terminó confirmando que la canción de Cobain 'Very Ape' es un robo deliberado de Cobain de la canción de Los Brujos.
Aguanten Los Brujos.
Y además les dejo el tema Kanishka para gloria y reivindicación.




Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons








Lili Marlen, la canción que atravesó la Segunda Guerra Mundial

 Las remembranzas algunas veces son tan caprichosas...

Como cuando una canción se nos pega por el resto de la vida, esa misma canción que aprendimos a tararear ni bien pudimos.
Cuando era pequeña, digamos 4 o 5 años, recuerdo que mi papá solía cantar una canción en una lengua extraña.
Aún creo que yo no distinguía que existían otros idiomas además del italiano pero igual trataba de acompañar la letra y los sonidos. El alemán no ha sido jamás un idioma en el que tenga facilidad, por otro lado.
Y esa canción, Lili Marlen, mi padre, y también a veces mi mamá, solían cantarla. A ambos les encantaba cantar, las reuniones familiares siempre las recuerdo por sus canciones luego de la comida.

Mi papá había peleado en la Segunda Guerra y por lo tanto aprendió a enamorarse y a tener esperanzas con Lili Marlene.
Esta canción tiene una historia para contar. Quizás la historia no sea muy entretenida, pero ayuda a poner en contexto el tema.
El poema en que se basa la canción se escribió en 1915. Ya vieron que muchísimas canciones surgen como poemas 'cantados'. En 1937 el autor del poema, Hans Leip, extiende el original de 3 a 5 versos y el músico Norbert Shultze compone la melodía. Y acá nace la canción 'Lili Marlen'.
La canción tuvo infinitos cambios de nombre, versiones, traducciones, centenares de libros, documentales y ensayos en los que no deseo extenderme. Solo decir que la primer versión de la canción se grabó en 1939 y la voz fue Lale Andersen. Se supone que la canción debía apuntalar la propaganda nazi. Por el contrario lo que este fenomenal suceso musical logró es infundir a los soldados de todas las armas esperanza y alivio y alejarlos de la angustia, el dolor, la soledad y el desamparo mientras la silvaban o cantaban.
La canción rápidamente rompió fronteras y empezó a ser cantada por nazis, rusos, ingleses, americanos y todos aquellos que entraron en contacto con ella.
Lili Marlene es uno de esos extraños fenómenos en los que las barreras culturales, ideológicas y políticas no pueden contener una obra de arte.

Demás está decir que la canción tuvo tropicientas versiones en decenas de idiomas. Pero solo incluiré dos versiones: la de la propia Lale Andersen y la de Marlene Dietrich.


Imagen de escultura de Lili Marlen bajo licencia de Wikimedia Commons















Las mil y un versiones de Smile, de Charles Chaplin

 No soy mucho de conciertos ni shows, menos los que son virtuales.

Pero durante 2020 y en plena pandemia, mirando en casa el One World Together at Home escuché y vi la versión de Smile de Lady Gaga. Y no pude evitar ponerme de pie y aplaudir. Lady Gaga es tan, tan talentosa que eclipsa todo lo que se le pone cerca. Luego, claro, están los gustos de cada cual, por supuesto.

La música de Smile se remonta a Charles Chaplin, su compositor. Esta melodía formó parte de la banda musical de Tiempos Modernos en 1936. Mr.Chaplin era un músico y compositor maravilloso, además de extraordinario actor, productor, director, escenógrafo, bailarín, editor, libretista, coreógrafo y empresario.

En 1954 a la melodía de Chaplin se le agregó letra.
Y de allí al éxito universal. Una de las canciones mas versionadas de la historia, no importa el idioma o la cultura.
La canción ha aparecido también en numerosas bandas sonoras de filmes y comerciales.

La canción fue versionada hasta casi el infinito, como ser Judy Garland ( la enorme ); la cantada por Lady Gaga; por supuesto la de Nat King Cole - que en 1954 tuvo el honor de grabar la primer versión cantada del tema - y Jimmy Durante; también la cantaron Tony Bennett, Michael Jackson, Josh Groban, Michael Buble, Babra Streisand y Elvis Costello; entre otros.

Mi versión preferida de Smile es la cantada por Judy Garland:


Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons





Winds of Hope (1998) Documental

Este es un documental atípico para una historia total y completamente fuera de lo común.

Los milagros existen. Y si no me creen, sigan leyendo.

El documental Winds of Hope de Werner Herzog cuenta la historia de como Juliane Koepcke, en 1971 y con 17 años, sobrevivió a la caída desde dos mil ochocientos metros de altura del avión 508 de Lansa en la Amasonia Peruana y sobrevivió. La única sobreviviente, además.

El documental está en inglés en el enlace, no he podido encontrarlo en español, disculpen.
El documental fue filmado en 1998 por Werner Herzog quién así volvió a Perú luego de las escandalosas filmaciones de Aguirre en 1971 y Fitzcarraldo en 1981, ambas con decenas de muertos, denuncias y acusaciones de maltrato.
Curiosamente Herzog está vivo de completo milagro: él mismo debía tomar ese vuelo 508 de Lansa y lo perdió.
Y curiosamente el equipo de producción de Herzog se encontraba filmando en la zona misma donde caen los restos del avión en plena selva peruana. Se cree que la gran tormenta silenció de algún modo el ruido atronador del impacto de los restos de la aeronave evitando así que el equipo de filmación se enterase.

El vuelo 508 de Lansa partió de Lima el 24 de diciembre de 1971.
Y a 2800 metros de altura y en medio de una feroz tormenta el avión es alcanzado por un rayo en el ala derecha provocando un terrible incendio y daño irremediable en el fuselaje, que empieza a desintegrarse.
Segundos después el avión se partió en dos y empiezan a caer sus restos a tierra.
La joven Juliane, que estaba viajando con su madre segundos antes de esta tragedia, de pronto se encuentra cayendo al vacío amarrada a su butaca... y nada mas. Pero imaginen...caída libre desde 2800 metros hasta la jungla en un asiento de avión y con solo el cinturón de seguridad que la sostiene.
Repito: caída libre amarrada a su butaca desde 2800 metros de altura. Ella, el asiento y el vacío.

El impacto de la butaca fue amortiguado por los árboles y ella, al desamarrarse de la butaca, solo nota que tiene rota la clavícula.
Hay algo que no dije: Juliane y sus padres eran expertos en supervivencia y amaban el Amazonas como si fuese su propia casa. Los padres de Juliane eran universitarios alemanes en busca de aventuras en el enigmático Perú. Y la joven Juliane era una muchacha peruana muy inquieta, con el corazón en la jungla y en sus secretos.

La adolescente pronto se da cuenta que sobrevivió a una tragedia sin precedentes y de puro milagro... y empieza a tratar de sobrevivir y encontrar la forma de volver a la civilización. Luego de 10 días de marcha extenuante a través de la selva la joven es encontrada por un grupo de leñadores... y final feliz.

Juliane Koepcke, como se imaginarán, es una total y absoluta celebridad en Perú: le han otorgado las máximas condecoraciones, es una mujer de mucho prestigio y ella es una abnegada generadora de proyectos de conservación de la flora y fauna de la selva peruana que causan admiración y orgullo en su patria y en el mundo. Una auténtica enamorada de su país.

Juliane en su vida adulta ha elegido vivir en Alemania, donde ejerce como mamiferóloga.
Pero sus viajes a Perú son continuos.


Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons.






Fitzcarraldo (1982)

Werner Herzog no es santo de mi devoción; Klaus Kinski, sí (y muy a pesar de todos sus escándalos).

Si hubiese alguna vez soñado con ser directora de cine seguro que a Kinski me hubiese encantado dirigir y hubiese sido mi artista fetiche.

La única película que en verdad me parece fenomenal de Herzog es 'The Enigma of Kaspar Hauser' que filmó en los '70 pero que recién vi hace unos años. Esa película me parece fantástica.

Las películas de Herzog 'Aguirre' y 'Fitzcarraldo' solo las vi por Kinski, la verdad. Ambas películas filmadas en el enigmático Perú. Herzog y Perú han tenido una relación tormentosa, tanto que Herzog ama-odia al país andino. Perú, por otra parte, no guarda buenos recuerdos de Herzog, ya verán por qué.
Igual relación odio-amor entre Perú y Kinski, pero multiplicada a la enésima potencia.

El argumento se basa en una historia real: hubo una vez un peruano megamillonario llamado Carlos Fitzcarrald que supo tener una enorme fortuna por la magia de la goma, cuando el caucho se extraía de los árboles de la Amazonia y la cuenca del Orinoco. A este señor Carlos un día se le ocurrió transportar un bote de carga de vapor y que aborígenes esclavos lo cargasen en sus hombros a través de la jungla. No contaré cómo terminó esa historia. Terrible.

Tampoco contaré mucho el argumento de la Fitzcarraldo de Herzog, que tomó parte de la historia verídica de esta masacre y demencia de querer arrastrar un bote por la jungla y transformó la historia real de Carlos Fitzcarrald en una nueva.
La película de Herzog está ambientada unos años mas tarde de los hechos reales -a principios del siglo XX- en la que el protagonista era un irlandés (Kinski) que también desea hacer fortuna en el negocio del caucho y enloquecido por el calor, el Amazonas y los mosquitos, sostiene que es fácil unir dos ríos por tierra llevando un bote de carga a cuestas de las espaldas de esclavos, barco que pretende poner en aguas de un río cercano y así demostrar que los imposibles son posibles gracias y a costa que se ponga la vida de otros en peligro (en el set de filmación se usó un barco real... y los extras tuvieron que lidiar con él kilómetros y kilómetros). 
La manera loca e inhumana de filmar bajo situaciones extremas trajo sus consecuencias: decenas de extras muertos por cansancio, picadura de serpientes, falta de comida, falta de medicamentos y ausencia absoluta de moral de Herzog, que llevó su filmación hasta las últimas consecuencias aún a pesar de cargar en su conciencia con decenas de muertos.
En 2023 filmar en esas condiciones sería un escándalo. Hace 40 años no lo fue.

La banda de sonido es excepcional, eso sí.
Y Claudia Cardinale está muy bien. La única sobria de todo el film.


Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons 







Himnos nacionales de países que ya no existen

 Increíble pero real: cada vez que uno se fija en el mapa, algo cambia. La composición territorial de nuestro querido planeta es bastante dinámica, y eso hace que los atlas, mapamundis y los intentos de sistematizar algunas cuestiones culturales y nacionales fracasen y se diluyan.

Aquí les dejo 5 himnos nacionales de países que ya no existen: Alemania del Este, Yugoslavia, Rodhesia, Katanga y Transvaal. 



Bandera de Rodhesia, imagen bajo licencia de Wikimedia Commons

















Comme d'habitude, la historia de la canción popularmente conocida como My Way

La historia de esta canción es larga y parece una telenovela, por lo tanto, solo pondré algunos pocos datos.

La canción fue compuesta en 1967 por Jacques Revaux ( música ) y Claude François/Gilles Thibaut ( letra ).
La canción tuvo una primera versión cantada por Hervé Vilard.
Los tres autores no quedaron satisfechos con la grabación y la cadencia y ritmo. La reescribieron y la hicieron mas romántica y con mas ritmo.
La segunda grabación corrió por cuenta de Claude François; y la tercera por Thibaut.

Y acá se cruza Paul Anka.
Que compró los derechos de autor en 1968 ( no de composición ), le cambió la letra y el título ( la canción pasó a llamarse My Way ) y le ofreció la canción a Frank Sinatra para que entre en su repertorio. La letra francesa es sobre el aburrimiento y desgaste en la vida de pareja; la de la versión en inglés habla sobre el ocaso de una vida. Nada que ver una con la otra.

Según mi opinión el suceso mayúsculo de Comme d'habitude (o My Way)  a nivel internacional pasa por la maestría interpretativa de Sinatra, el inmenso; y sin olvidar al gran Elvis, otro monstruo.
Creo que pasarán décadas antes de que aparezcan intérprete de sus tallas.


Imagen de Flickr bajo licencia de Creative Commons