Shtisel es una serie israelí de tres temporadas y 33 episodios que me impactó por su profundidad, muy buenas actuaciones y excelente libreto.
Ya la vi completa, las tres temporadas, dos veces.Quizás, a primeras, es algo extraña.
¿Qué tendremos que ver nosotros, los que creemos en la naturaleza y el universo, con los Haredis...?
¿Y con con el hebreo o el Yiddish...?
En mi caso, cero.
Y sin embargo los temas planteados en la ficción son tema común para la mayoría de los mortales.
Y de pronto vemos que los haredi y nosotros nos parecemos mucho mas de lo que se supone que debería o que imaginamos.
La primer temporada está filmada casi sin presupuesto: en 2013 y con un equipo de filmación mínimo y precario en el que dos muchachos israelíes se lanzaron a la aventura de contar ficcionalmente las vicisitudes de una familia Haredi. Que extrañamente... tiene los mismos desafíos y las mismas problemáticas que cualquier otra familia de cualquier otra cultura: la crianza de los hijos, los padres abandónicos, el amor, el dolor, seguir el corazón aunque la razón diga que no, lo difícil que es conseguir trabajo ( y que el trabajo coincida con lo que a uno le gusta hacer... ); los sueños, la amistad y los amigos, la esperanza.
La primer temporada de 2013 pasó sin pena ni gloria por un canal de cable secundario en la misma Israel.
Y de pronto... el boca en boca lo empezó a hacer circular.
Ya en 2014 Shtisel se emitía hasta en países de habla árabe con un éxito fenomenal.
La segunda temporada se filmó en 2015 y ya con mucho mas dinero, mas producción, mas recursos.
Y la segunda temporada es igual o mejor que la primera.
El exitazo siguió en Israel y Medio Oriente.
De pronto los actores de Shtisel pasaron a ser famosos también en Turquía, Beirut, Jordania, Palestina.
Y la frutilla del postre llegó con la distribución de Netflix en 2018.
Miren como será de precaria la filmación de la primer temporada que las cintas de fondo ( las filmaciones que dan ubicación en el contexto del encuadre ) se repiten una y otra vez. Y a pesar de eso la historia, los actores y el guion son fabulosos. El guion es, en las tres temporadas, formidable: mezcla de realismo mágico, ensueños, crudezas, desvelos.
Y los actores y sus caracterizaciones son extraordinarios: desde el protagonista, el tímido, talentoso dibujante y bello rabino Akiva; su hermana Giti, una mamá recientemente abandonada por su marido ( curiosamente... el marido se escapó a Argentina ) y que debe criar sola y mantener como sea a sus 5 hijos; el hermano Zvi que sueña con ser cantante y es un desocupado crónico y con una autoestima por los sótanos; el pater familias, el rabino Shumel, especie de playboy entre las viudas del barrio y para quién su único objetivo a la vista es encontrarle un buen partido ( una muchacha en buena posición económica) a su hijo Akiva, el apuesto rabino-artista.
Y cerrando filas varias mujeres Alfa: la inquietante Elisheva, mujer que enviudó dos veces, independiente económicamente, y perdidamente enamorada de Akiva; la resuelta y misteriosa Ruchami ( la ya famosa actriz de Unorthodox Shiva Haas) la niña-madre que tropieza una y otra vez con la misma piedra; Giti, la mujer de hierro que ama a su marido a pesar de todo (y él es un desastre...); y Racheli, la curadora de arte con depresión.
Otros personajes muy jugosos asoman aquí y allá, pero dejaré que ustedes los descubran.
Creo que quién se anime al show es buena idea verlo en idioma original con subtítulos.