Behavioral Study of Obedience de Stanley Milgram, La Banalidad del Mal de Hanna Arendt y su adaptación al cine

La filósofa e historiógrafa alemana Hanna Arendt escribió un maravilloso ensayo sobre el juicio que el gobierno de Israel llevo ha cabo en 1961 contra Adolf Eichmann. Arendt en aquel entonces era corresponsal del New Yorker y fue asignada especialmente para seguir el juicio contra el temible criminal nazi.

Para sorpresa de Arendt - y para desconcierto del resto de los presentes - el juicio desnudó a un Eichmann humano, sin sentimientos antisemitas ( al contrario, conciliador, comprensivo y relativista) sin rasgos de paranoias, racismos, xenofobias u odios. Eichmann demostró que era un muy eficiente empleado administrativo y que cumplió las ordenes que recibió con presteza y de manera espantosamente efectiva. Arendt encontró en Eichmann un lado humano, sensible y normal ( para horror de la propia Arendt ); costado 'sano' que no pudo eludir a pesar de la repulsión que dicho personaje le inspiraba.

El resultado de las experiencias y vivencias de la filosofa se encuentran volcadas en su libro Eichmann en Jerusalem. El libro destaca los aspectos "profesionales" de Eichmann y explica la increíble reacción que puede llegar a tener un individuo normal ante el cumplimiento de una orden o por el simple hecho de querer ascender en su puesto o carrera profesional. Además del libro, Arendt escribió un magnifico articulo al que titulo "Banalidad del mal" en el que contaba el raro y espantoso fenómeno de la obediencia.

A la misma vez y cruzando el océano el científico del comportamiento Stanley Milgram (un prestigioso investigador de Yale), quien también estaba perplejo por las respuestas de Eichmann, decidió emprender un estudio del comportamiento y trato de cuantificar el grado de obediencia a la autoridad de una persona "normal" aún cuando las ordenes fuesen anormales y aterradoras. Los resultados causaron espanto. El llamado " Behavioral Study of Obedience" causo conmoción y sorpresa en los círculos científicos.

El experimento fue llevado al cine en una magnifica recreación en la película francesa I como Icaro en el que personas normales son capaces de electrocutar a otra (que no sabe que todo es una simulación) con la calma más absoluta.

Dejo escena del experimento en la película I como Icaro (1979):