Hace ya muchos años, más concretamente 1991, fui al Festival de San Remo. Y allí vi por primera vez a este extraordinario artista que desde entonces es uno de mis referentes musicales: ya lo adivinaron, estoy hablando de Renato Zero.
Aquel día recuerdo que el sonido era horrible, que el escenario era brumoso y lejano, que una marea de gente había acudido para encontrarse con su ídolo (Zero) que volvía a los escenarios camuflado de villano, de héroe, de inmortal y de guerrero incansable. Y entre tanta muestra de amor, respeto y devoción por este artista que se recrea y realimenta hasta el infinito... sucumbí. Me encontré de pronto bajo su aura protectora y a partir de allí empecé a entender y concebir la música como arte expansivo, deconstructivo e íntimamente ligado al amor. Gracias, Renato, qué enorme sos. El tema que escucharán es el que yo apenas escuché aquel día: Spalle al Muro (el tema es de Mariella Nava). Y no ganó el Festival de San Remo por intereses mezquinos y un intento de que alguien con mejor 'imagen' fuese la cara del Festival... Pero todo el mundo recuerda a Renato Zero en aquel día y no al ganador; todo el mundo aún está maravillado por esta magnífica interpretación (y no la del ganador); y en la memoria colectiva ha quedado que esta interpretación es la más descollante, sensible y carismática de toda la historia del festival. Acá me tenés, Renato Zero, rendida a tus pies...Bienvenidos a un espacio de contención, respeto, suma, ponderación y crítica constructiva sobre diversas expresiones musicales, cinematográficas y audiovisuales que se cruzan por el universo. Esta serie de artículos ya fueron publicados por mí en otras plataformas digitales e impresas, por lo tanto el objeto del blog es de compilación, resumen y selección.
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