Un Día, mi canción preferida de Juana Molina

 Quién me conoce sabe que alguna vez tuve la fantasía de ser músico.

Soñé con ello; quise vivir, respirar y tragar música y que sea mi forma de vida. Pero ese sueño terminó cuando me di cuenta que no deseaba repetirme, no deseaba tocar siempre lo mismo ni ser parte de prácticas y ensayos interminables y aburridos. Los años pasaron; y otras cosas también pasaron. Muchas veces me han preguntado qué tipo de músico me hubiese gustado ser; y no podía responder porque no encontraba un espejo en el que me pudiese mirar. Y ese espejo lo encontré hace unos años, y de la forma más inesperada: Juana Molina. Me hubiese encantado ser cómo Juana Molina. Ella crea su dinámica y espacio musical por fuera de lo comercial, generar sus propias texturas, distorsiones y densidades rítmicas; construye su carrera artística a partir de su enorme capacidad de composición, amalgama y soltura creativa; y delinea y modela notas y contrapuntos únicos que a veces no hacen caer en trance; cual mantra regalo del universo. Juana Molina es músico para músicos; ella es magma volcánica y maná divino; es cultura y es inspiración. Muchísimas gracias, Juana. Me hubiese encantado ser como vos; y hacer lo que vos hacés. Y ya que hablé de espejos: Un Día es uno de esos temas de Juana Molina que me conmueven (y el que me conoce, sabe por qué).


Imagen bajo licencia de Wikimedia Commons










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