Llega un momento en la vida que ya estás hasta la coronilla de tanto portarte bien: fuiste un exitosísimo empresario, donaste millones a la universidad en la que estudiaste ( y ésta, en tu honor, le pone a la biblioteca tu nombre ) te ocupaste de tu familia, de tener una imagen pública irreprochable, que tus colegas te teman y admiren ...
Pero un día vas a un control de rutina, porque la rutina existe y hay que seguirla porque lo hombres exitosos se ocupan de sus rutinas - la base del éxito y los millones -. Y en ese control de rutina te dicen que estás recontra mal del corazón, y que te tenés que cuidar, y que ya no mas de ésto, lo otro, lo aquello....Este hombre vuelve de la consulta. Y vuelve de la consulta como un solitario. Y solitario emprende su desbarranco: deja esposa, pierde su dinero y su empresa de venta de autos de lujo; y se mete con una millonaria. Y salta al vacío: juega a dos puntas con su novia y la hija de ésta por ambición de probarse a si mismo que él todavía puede emprender aventuras locas y hacerse el jovenzuelo. Este hombre solitario, lamentablemente, tira flechas en todas direcciones donde vé la posibilidad de una aventura con señoritas en edad mas apropiada para que sean sus hijas ( o nietas ) que amantes. En la película este hombre solitario va perdiendo todo, todos lo dejan, todos lo abandonan y menosprecian.
Regresa, como hacen los caballos desorientados, a lo que fue su hogar, su madriguera; donde nació su ambición, las ganas locas de ser millonario. La Universidad, sin embargo, no lo recibe con los brazos abiertos, antes al contrario, aquí también hay mas y mas reproches. Allí volverá con el amigo que él abandonó por décadas pero que no lo ha olvidado.
La película Solitary Man es grandiosa. Fracaso rotundo de crítica y público. Pero con una actuación de Michael Douglas que merecía un Viaje a las Estrellas. Del director no digo nada porque nada sé.
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